La diatermia es una técnica que consiste en aplicar una corriente de alta intensidad a una zona del cuerpo para provocar un aumento de la temperatura en los tejidos profundos. Se utiliza para tratar diversas patologías musculares, articulares, nerviosas y circulatorias, así como para fines estéticos. La diatermia tiene efectos analgésicos, antiinflamatorios, relajantes y cicatrizantes.
Con ella podemos tratar dolencias específicas del pie como la fascitis plantar, pie diabético, neuroma de Morton, tendinitis aquilea, tendinitis peroneal, síndrome de Raynaud, problemas nerviosos que derivan en parestesia, trastornos venolinfáticos etc.
La diatermia se aplica mediante unos electrodos que se colocan en la zona a tratar, generando un campo eléctrico que produce calor por fricción. La intensidad, la frecuencia y la duración de la corriente se ajustan según el objetivo terapéutico y el tipo de tejido. La diatermia es una técnica segura, indolora y no invasiva, que se puede combinar con otras terapias como el masaje, la movilización o los ejercicios. La diatermia mejora la circulación sanguínea, la oxigenación, el metabolismo y la regeneración celular, favoreciendo la recuperación funcional del pie .