Las infiltraciones son un procedimiento por el cual se introduce una sustancia en el cuerpo con el fin de tratar el tejido lesionado. En nuestro centro utilizamos diferentes tipos de infiltraciones según el tipo y grado de la lesión.
Las infiltraciones volumétricas ecoguiadas es una de las técnicas estrellas para el tratamiento de la tendinopatía crónica del tendón de Aquiles que no han respondido a otros tratamientos.
Este tratamiento consiste en inyectar suero en la zona más lesionada del tendón para liberar las adherencias y poder eliminar el dolor.
Reduce los tiempos de recuperación.
Reduce el dolor.
Resultados rápidos.
Técnica muy segura y sin efectos secundarios.
Las infiltraciones de proloterapia consisten inyectar una solución que contiene dextrosa junto con un anestésico que se administra dentro y alrededor de todo el área lesionada.
El objetivo de la proloterapia es generar una regeneración de los tejidos (ligamentos, tendones y cartílagos) que el cuerpo no es capaz por si solo. Está indicada, por tanto, en lesiones crónicas que no han tenido una respuesta a otros tratamientos.
Dependiendo de la gravedad y el tipo de lesión se pueden plantear sesiones variables. Generalmente, se realizan sesiones separadas cada 3 semanas.
Se pueden tratar diversas lesiones en la misma sesión, lo que supone una gran ventaja para los pacientes que tiene múltiples lesiones o dolor crónico complejo.
Los corticoides son los medicamentos con mayor efecto antiinflamatorio que existe. Los utilizamos en lesiones agudas porque actúan mejor sobre el dolor, esto nos permite que nuestros pacientes puedan empezar a realizar una mejor readaptación a la carga.
El colágeno es una proteína que se encuentra en los ligamentos, los tendones, los cartílagos, etc., tiene una función estructural ayudando a mantener la consistencia de los tejidos, permitiéndoles el movimiento y les confiere de resistencia y elasticidad.
Las infiltraciones de colágeno las usamos para mejorar la estructura del tejido dañado y consecuentemente disminuir el dolor.
El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra en el cuerpo humano de forma natural. Proporciona amortiguación y mejora la elasticidad del tejido, reduce el dolor y la inflamación contribuyendo a la regeneración y reparación del tejido.